La quinta y última etapa peruana ha discurrido igual que las anteriores. La arena ha sido protagonista y abundante, lo que no ha facilitado la tarea a coches y camiones. Por su parte, las motos y los cuadriciclos han seguido un recorrido diferente. La región de Tacana y sus montañas de dunas son implacables por naturaleza, pero los pilotos han podido tomar aire a su paso por la playa en el largo tramo de enlace hacia Arequipa.!
Joan Barreda ha sacado la artillería pesada. A mucha distancia en la general de esta mañana, el piloto de Honda ha remontado unos nueve puestos gracias a una deslumbrante victoria con una ventaja de más de 10 minutos sobre Matthias Walkner y Kevin Benavides. Por su parte, Adrien Van Beveren conserva a duras penas el bastón de mando del rally, mientras que Pablo Quintanilla pierde terreno.
En quads, el argentino Nicolás Cavigliasso se ha estrenado con su primera victoria en el Dakar tras haber disputado únicamente cinco etapas. Habrá que seguir muy de cerca al piloto cordobés en los próximos días
Antoine Meo, cuarto en la etapa, tiene motivos para sonreír. Este superdotado todoterreno ya causó sensación en 2016 al ganar dos etapas en su primer Dakar, pero una lesión en la mano lo tuvo alejado de su KTM oficial durante año y medio, con una convalecencia que se complicó después con varias intervenciones. Basta decir que el piloto galo puede sentirse aliviado de haberse reencontrado con este gran estado de forma y que ya alberga la intención de continuar su ascenso en las próximas etapas.
Con más de 40 minutos de ventaja sobre Alexis Hernández en la clasificación general tras apenas cinco etapas, Ignacio Casale se desmarca ampliamente del pelotón. El chileno campa a sus anchas y obtiene tres victorias y dos segundos puestos en las cinco especiales, pese a tratarse de la categoría más concurrida con 49 cuadriciclos en la largada de Lima. Por si eso fuera poco, el abandono del vigente campeón Sergei Kariakin por una fractura de muñeca no hace sino consolidar el dominio de Casale