Antes de conocer la historia de Osman Barrios, debemos saber que es Customización, concepto que no vamos a encontrar en el diccionario de la Real Academia Española pero que sin duda alguna, muy cimentado en el lenguaje coloquial motorizado, es muy escuchado y se refiere a modificar algo de acuerdo a las preferencias personales, en pocas palabras significa “personalizar”, es por esto que hemos llamado a Osman Barrios, el Maestro de la Customización o Personalización.
El guatemalteco Osman Barrios nació en el año de 1980, hijo gemelo de Mario Neftalí Barrios y María Eugenia Anleu, su hermana gemela es Odra Barrios. Su pasión por la pintura y por las motocicletas inicia desde muy pequeño, cuando era niño le gustaba dibujar hasta que tuvo su primer contacto con un aerógrafo el cual lo cautivo, empezó pintando figuras de yeso donde fue adquiriendo experiencia y así desarrollando su gran talento.
En la adolescencia adquirió una motocicleta la cual personalizó y no solo eso ya a esta edad su talento se plasmaba en murales, guitarras, cascos y personalizaba otras motocicletas que sus amigos y cliente le pedían. Durante este proceso tiene la oportunidad de viajar a Estados Unidos, entonces un familiar colocado en dicho país le colabora con un curso de aerografía básico logrando llegar a ser uno de los más grandes exponentes de la aerografía guatemalteca
Una de sus más grandes experiencias ha sido poder trabajar a la par de personas reconocidas mundialmente las cuales él ha admirado, en el 2012 asistió al Getaway Airbrush Action en Las Vegas, una experiencia importante para él porqué a partir de ahí comenzó a trabajar con personas de otros países y reconocidos a nivel mundial: Mike lavallee y Chip Foose por mencionar algunos de ellos y siempre dejó en alto el nombre de Guatemala obteniendo en varios concursos de aerografía internacionales primeros lugares.
Osman Barrios es uno de los primeros aerógrafistas profesionales de Guatemala y dueño del taller Barrios Custom Work, donde se hacen modificaciones y personalizaciones de motocicletas.
En el taller se ha hecho desde trabajos muy sencillos como el retoque de pintura hasta la “customizacion” total de una motocicleta, restauración de motocicletas clásicas, y hasta han creado sus propias piezas mecánicas así como estéticas, “cada trabajo ha sido un reto distinto, ya que cada persona tiene diferentes gustos. De eso va depender el tiempo de entrega, ya que puede durar un par de días, o hasta meses de trabajo según lo que el cliente nos pida”, comenta.
En estos momentos, se encuentran en el proceso de restauración de una motocicleta que ya cuenta con 100 años de antigüedad en Guatemala, eso ha sido un proceso difícil ya que prácticamente ellos deben de crear las piezas para poderle dar vida y que vuelva a correr en las calles. Las motocicletas que más trabajan en el taller son las Harley Davidson porque son las que más se prestan a la personalización. Y ahora la nueva tendencia son las café racer que son máquinas europeas así como japonesas.
En su taller han trabajado cualquier tipo de proyecto hasta proyectos exóticos donde la expectativa del cliente puede ser un poco diferente, pero eso no es motivo para no realizar el proyecto, haciendo realidad sus sueños, y en muchos casos superar su expectativa.
Un sacrificio que ha tenido que hacer es pasar menos tiempo con su familia, ya que hay proyectos que llevan más tiempo de lo esperado, entonces el aprovecha el tiempo que tiene y lo disfruta al máximo en familia, le encanta cocinar así cuando puede cocinar en familia. “Cuando puedo cocino en casa… me gusta mucho la cocina mediterránea, y japonesa. Entonces cuando cocino es un deleite para la family” agrega.
El reto más grande al que se ha enfrentado fue cuando se convirtió en padre, ese proceso de pasar de ser soltero a estar casado y luego ser padre de familia. Pues luego de estar casado un año con su esposa Dios les dio la dicha de darle la noticia a la familia. “fue más o menos asi…luego de salir del hospital al llegar a casa de mi mama…MUCHA JULY ESTA EMBARAZADA!!! “(risas) luego fue un reto grande donde gracias a Dios ha tenido el apoyo de su esposa Julia Rosales, los dos son un complemento perfecto para sus hijos. Tiene dos hijos uno de 5 años Mario André, quien a la edad de dos años empezó a montar su primera motocicleta, Osman recuerda: “fuimos a dar una vuelta con mi flaco en su moto y el susto de mi vida que yendo a una velocidad algo desafiante para su corta edad me dice… papa mira mi truco y se para con sus dos pies sobre el asiento y logra completar la peripecia sin problemas”. Desde ahí han estado compartiendo de la misma pasión.
Su hija de 1 año, Andrea Lucía también le corre por su sangre la misma pasión y también le gusta andar en moto. Ser papa ha sido una aventura, son su tesoro y son por quienes vela porque no les falte nada y se esmeran en educarlos de la mejor manera para que en un futuro sean buenos ciudadanos y hagan un cambio para su país.
Agradece el apoyo que le han brindado su familia, esposa e hijos como también a su equipo de trabajadores que hacen posible el éxito de cada proyecto y sobre todo a Dios quien siempre está con él guiándolo.
Osman aconseja a las nuevas generaciones que quieren ser parte del mundo de la aerografía a que nunca se rindan y siempre trabajen constantemente por alcanzar sus sueños y metas. Vivan cada día y traten de sacar el mayor conocimiento posible para poder llegar lejos en la vida.