La observación y la prudencia resultan esenciales para evitar accidentes cuando se conduce un vehículo tan vulnerable.
Algunos motociclistas habrán disfrutado de su afición durante las vacaciones. Otros, quizá la mayoría, volverán a ponerse al manillar con la vuelta a la cotidianidad, como medio de transporte eficaz y eficiente en sus desplazamientos del día a día. Conviene, por tanto, retomar los hábitos de la circulación, los reflejos y la atención sobre dos ruedas que garanticen la seguridad de lo que siempre es un vehículo vulnerable, ya sea en ciudad o en carretera.
1. El automovilista despistado las distracciones se han convertido en una de las principales causas de siniestralidad. Siempre peligrosas, lo son especialmente para los motociclistas por su fragilidad, así que identificarlas puede evitar muchas situaciones críticas. Es el momento en el que se debe extremar la atención, incrementar la distancia de seguridad y alejarse lo antes posible de la situación.
2. Los ángulos muertos para el resto de los vehículos, una moto es poco visible en los ángulos muertos de los retrovisores. Por sus menores dimensiones resulta difícil de visualizar, por lo que los actuales detectores de tales ángulos ciegos resultan de gran ayuda.
3. El peligro de las rotondas, los accidentes en estas son tan frecuentes porque siguen siendo muchos los que desconocen una dinámica que debería ayudar a la fluidez y la seguridad de la circulación. Por ello hay que ser muy prudentes al afrontar una rotonda, evitar adelantamientos en su interior y fijarse bien en el resto de los usuarios de la vía para anticipar sus intenciones: el uso de los intermitentes (si es que lo hacen) o la posición de las manos en el volante contribuyen a adivinar la trayectoria de los otros vehículo
4. Atención a intersecciones los cruces son también especialmente delicados para los motociclistas, una colisión con un auto puede tener graves consecuencias. Ajustar la velocidad al aproximarse a una intersección, además de obligatorio, es la mejor garantía de reacción ante un imprevisto. Y, como casi siempre sobre dos ruedas, anticiparse a lo que pueda ocurrir es esencial para identificar situaciones de riesgo.
5. Retenciones inesperadas los frenazos en carretera pueden acabar, con relativa facilidad, en colisiones en cadena. Hay que mantener siempre la distancia de seguridad con el vehículo precedente, controlar la que conserva el que sigue a la moto desde los retrovisores y, quedándose siempre en el carril de circulación, buscar el ángulo de visión entre filas de automóviles que permita una perspectiva más amplia.