La pasión por las motos se hizo presente en un evento extraordinario; la tan esperada “Vuelta del Gran Jaguar”, un encuentro que reunió a más de 50 motociclistas para disfrutar de tres días cargados de emociones y diversión, siendo una experiencia inolvidable para todos los participantes.

El punto de reunión fue en Metroplaza Mundo Maya, desde donde partieron rumbo a La Libertad, Petén. El destino prometía una gama variada de actividades y dinámicas para los participantes, incluyendo la participación de bikers internacionales que añadieron un toque especial a la ocasión. Además, se celebró el cumpleaños de Don Emilio, quien recibió felicitaciones y buenos deseos durante todo el evento, añadiendo un toque extra de celebración y alegría a la Vuelta del Gran Jaguar.

La llegada al Estadio Municipal de La Libertad marcó el inicio de las emociones, con dinámicas programadas que avivaron la energía de todos los presentes. La fiesta no se hizo esperar y los bikers disfrutaron de una velada inolvidable.

Las actividades del día sábado arrancaron desde muy temprano con un viaje hacia Tikal, recorriendo una ruta dentro de la Aldea Paxcaman y haciendo una parada estratégica para el desayuno, cargando energías para la emocionante jornada por delante. El majestuoso escenario de las ruinas de Tikal fue una parada imperdible, donde los participantes exploraron y se maravillaron con la historia que emanaba en cada rincón.

Durante la tarde, todos los bikers se reunieron nuevamente para dar un paseo alrededor del lago, haciendo paradas en lugares emblemáticos como El Remate, San Andrés y finalmente ingresando a Flores, Petén, antes de retornar a La Libertad.

El retorno fue recibido con una cálida bienvenida de las autoridades locales y las hermosas reinas de belleza del departamento, quienes compartieron un momento de diversión con los presentes.

Las actividades continuaron con una recepción especial por parte de las autoridades locales y el encanto añadido de las edecanes, quienes acompañaron un baile animado. Un detalle que destacó fue una deliciosa cena, totalmente gratuita para todos los presentes. Concursos, homenajes a bikers destacados y la entrega de premios mantuvieron la emoción en lo más alto, mientras la fiesta se prolongaba hasta la medianoche, dejando a todos con sonrisas y recuerdos imborrables.

Durante el último día de celebración las actividades se reanudaron con reconocimientos especiales para los bikers, culminando con una emotiva oración que marcó el regreso, encomendando a Dios el viaje de retorno de cada participante.

El viaje del Gran Jaguar no estuvo exento de desafíos climáticos, enfrentando tanto un calor intenso como lluvias intermitentes a lo largo del fin de semana. Sin embargo, estos cambios no opacaron el espíritu festivo entre los amantes de las motos.