Este fin de semana la naturaleza del departamento de Jalapa fue fundamental para el desarrollo de la sexta fecha del Campeonato Nacional de Enduro, culminando así la temporada 2023; con una ruta que los llevó a experimentar altas dosis de adrenalina.

El epicentro estuvo ubicado en Monjas Jalapa, un espacio en el que desde muy temprano los pilotos comenzaron a hacerse presentes en el corral listos para la gran aventura que los aguardaba.

Desde el inicio, la preparación fue clave. Los competidores se esmeraron en revisar hasta el último detalle, desde asegurarse de que sus llantas estuvieran infladas hasta garantizar un rendimiento óptimo en la carrera que se avecinaba. Este nivel de dedicación y atención al detalle mostraba la pasión que cada uno tenía por esta disciplina.

El punto de partida no podía ser más desafiante: este fue en los bordes de una imponente montaña. Los participantes se adentraron valientemente, enfrentando obstáculos desde el primer momento. La pista estaba diseñada para poner a prueba incluso a los pilotos más experimentados, con secciones especialmente difíciles que exigían habilidades extraordinarias para atravesarlas.

La competición se dividió en varias categorías, Master, Super Expertos, Expertos, Pre Expertos, Novatos y por supuesto Juveniles, cada uno con su tiempo estimado para completar el recorrido. Sin embargo, lo que más destacó fue cómo muchos competidores disfrutaron del trayecto tanto como de la competencia en sí. El camino, un circuito serpenteante por diversas áreas naturales, ofrecía vistas impresionantes y desafíos únicos que enriquecían la experiencia de cada participante.

Uno de los momentos más cruciales fue la famosa sección conocida como "La Libre del Ovejero Ponte Verde", ubicada en la montaña. Aquí, los pilotos marcaban sus tiempos, un punto de referencia crucial antes de tomar un merecido descanso para luego regresar al epicentro y dar por concluido el evento. Esta área se convirtió en el corazón de la competición, un desafío que todos esperaban con ansias y que marcaba un punto importante en la carrera de cada competidor.

A pesar del clima cálido que abrazaba el evento, el entusiasmo de los competidores y la relación amistosa entre ellos nunca disminuyó. El sol radiante de Jalapa acompañaba la emoción de la competición, y entre trayectos, los participantes disfrutaban de bebidas refrescantes mientras admiraban la magnífica vista que Jalapa les regaló. Además, la seguridad fue una prioridad: las pistas estaban diseñadas meticulosamente para permitir un desempeño profesional y asegurar que ninguno de los valientes competidores sufriera algún percance.

En resumen, la competición de enduro en Jalapa fue mucho más que una simple carrera. Fue una experiencia inmersiva donde la naturaleza desafiante se mezcló con la pasión de los competidores, creando recuerdos imborrables y demostrando que, a veces, el viaje es tan importante como la meta.