El sábado 6 de enero, el rugir de motores resonó en la Gasolinera Puma de Llano Largo, marcando el inicio de la rodada "El Chato". Este encuentro, reuniendo a compañeros bikers, no solo representó la pasión por las motocicletas, sino un propósito más profundo.
La convocatoria tenía un objetivo claro: dirigirse hacia Esquipulas, pero más allá del destino, este evento encarnó un compromiso mayor. A las 8 de la mañana, los participantes se fueron congregando, exhibiendo con orgullo sus motos mientras se preparaban para la travesía.
El ambiente vibraba con el compañerismo característico de la comunidad biker. Mientras algunos abastecían sus tanques de combustible, otros optaron por un sólido desayuno dentro de las instalaciones de la gasolinera.
La jornada no solo fue de motores y gasolina. Hubo espacio para reconocimientos a los participantes, un gesto que valoraba la implicación y dedicación de cada uno. Sin embargo, más allá del aspecto deportivo, la esencia de la rodada iba más allá.
El propósito espiritual subyacente en esta caravana se hizo patente a medida que los líderes presentes expresaron las motivaciones detrás de este viaje. La rodada fue mucho más que una aventura en carretera; fue un llamado a la solidaridad y a la acción. La intención era clara: elevar plegarias por la salud del país, por la ruptura de la corrupción y la maldad, anhelando una nación libre y en paz.
Las palabras de aliento y las recomendaciones para respetar la carretera se hicieron presentes, recordando la importancia de viajar con responsabilidad y civismo.
El momento culminante llegó cuando Hugo Hernández, en nombre de todos los presentes, expresó su gratitud por la participación y el compromiso. Con estas palabras, la rodada "El Chato" se puso en marcha, llevando consigo el espíritu solidario y comprometido que caracterizó este encuentro sobre ruedas.