Amatitlán se convirtió en el epicentro de la emoción motociclista el pasado domingo 2 de julio, con la celebración de la duodécima edición de la Vuelta al Lago. Organizada por el Motoclub de Amatitlán, esta esperada caravana reunió a cientos de bikers ansiosos por recorrer los hermosos paisajes que rodean el lago de Amatitlán.
Desde tempranas horas de la mañana, la calle del Deportista en Amatitlán se vistió de color y adrenalina. Los organizadores del evento se encontraban listos para dar la bienvenida a los participantes, quienes no se hicieron esperar. Aproximadamente 500 bikers se unieron a esta caravana de motociclistas, demostrando la pasión que sienten por las dos ruedas.
Antes de iniciar la ruta, se realizó un llamado a los motociclistas para que se acercaran y participaran en diversas actividades previas al inicio de la vuelta. Entre ellas, se llevaron a cabo rifas y se realizó una emotiva oración para encomendar la rodada a Dios, buscando protección y seguridad para todos los participantes.
A las 10 a.m., los bikers se alistaron para emprender la travesía en caravana. Partiendo desde la calle del Deportista, recorrieron las calles de Amatitlán para luego dirigirse hacia el lago y dar la vuelta completa alrededor. El paisaje pintoresco y los desafiantes caminos brindaron un escenario perfecto para la aventura en dos ruedas.
A pesar de enfrentar un pequeño inconveniente con la lluvia, los valientes participantes no se dejaron amedrentar. Continuaron firmes en su compromiso y se mantuvieron presentes en el evento. Se otorgó un tiempo para que la lluvia pasara, y una vez que las condiciones mejoraron, el recorrido pudo continuar sin contratiempos.
Los patrocinadores del evento también se hicieron presentes, ofreciendo una serie de actividades y bailes para entretener a los bikers. Además, generosos premios como cascos fueron entregados a los participantes, agradeciendo su participación y apoyando la seguridad en las carreteras.
Uno de los momentos más destacados fue el protagonismo de Motos Freedom, quienes organizaron concursos y realizaron la rifa de una motocicleta, una rifa en la que el ganador fue proveniente de Tecpán. Esta emocionante sorpresa fue el broche de oro para la duodécima edición de la Vuelta al Lago.
Con la alegría y satisfacción de haber completado el recorrido, los participantes se despidieron de esta nueva edición de la Vuelta al Lago. Cada uno llevaba consigo la experiencia de haber compartido momentos inolvidables con otros amantes de las motos y la emoción de haber superado los desafíos del camino.
La duodécima edición de la Vuelta al Lago en Amatitlán fue un rotundo éxito, demostrando una vez más la pasión y el espíritu de camaradería que caracterizan a la comunidad motociclista. Este evento promete seguir creciendo y dejando huella en la memoria de aquellos que se atreven a vivir la emoción de la motovelocidad.